jueves, 24 de mayo de 2012

Llueve a mares. Cap 1. Parte 2

Ya que conocéis mi rutina en el desierto, quiero contaros sobre el nuevo chico llegado al pueblo. Todos somos morenitos de piel, pero el es blanco como la leche. A los mas ancianos les sorprende como a llegado hasta allí solo. Su forma de hablar es extraña, pero nadie le pide que lo repita. Es misterioso, a mis padres les da mal augurio, en cambio a mi no me desgrada. Sus ojos son azules y su cabello rubio, tiene largas pestañas y ni una sola peca en la cara. Viste unas ropas peludas y blancas. Es mas alto que yo, y es sorprendente ya que soy el mas alto del poblado. Camina con paso decidido mirando a cada persona que se cruza a los ojos. No para de masticar una especie de pasta marro, que le dura horas y horas hasta que la escupe y vuelve a sacar de su bolsa peluda otro cacho de esa masa de aspecto pegajosa. Desde que le vi, no pude evitar preguntar por su nombre. La forma en que me miro esta tarde calurosa, me heló los pelos de punta. De sus labios azulados escupió silabas, de las que tras horas y horas, al final deduje que se llamaba Prinlleti. Es algo raro de pronunciar, aquí nuestros nombres son mas cortos y secos. Como el mio, Thimo.
Ya os he adelantado bastante, vayamos al día en el que todo paso y mi vida se volvió al revés.

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